La Comisión Europea emite su tercera evaluación sobre los riesgos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo

La Comisión Europea ha publicado, el 27-10-2022,  la tercera evaluación de los riesgos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo «que afectan al mercado interior y que guardan relación con las actividades transfronterizas».¹

Las anteriores evaluaciones las realizó en 2017 y 2019.

En estos informes, identifica y evalúa estos riesgos y propone recomendaciones para mitigarlos.

A continuación, se resumen los principales puntos del informe.

Principales riesgos identificados

Riesgos sobre activos en efectivo y similares al efectivo

El efectivo ha sido uno de los medios más utilizados por los delincuentes para blanquear capitales o financiar actividades terroristas y, por tanto, un indicador de riesgo para las entidades financieras y el resto de sujetos obligados.

Aunque la digitalización ha reducido el número de transacciones de efectivo, el volumen del efectivo demandado ha crecido.

Asimismo, el efectivo puede convertirse en activos anónimos como las tarjetas de prepago, que actualmente no se someten a control en las fronteras. Las denuncias son muy escasas, quizás por la misma dificultad de detectar las transacciones en efectivo.

El informe reconoce casos de uso de tarjetas de este tipo para transferir valor a través de las fronteras de la Unión Europea eludiendo la legislación.

En consecuencia, a pesar las limitaciones para introducir grandes sumas de efectivo en el sistema financiero y de las medidas de control del uso de efectivo, estas operaciones siguen considerándose como de riesgo alto.

El informe recomienda que las entidades tomen medidas que reduzcan y controlen el uso de efectivo, específicamente cuando:

• los pagos en efectivo sean de valor elevado, o
• con sectores o clientes finales que lo utilicen de manera intensiva.

Riesgos específicos del sector financiero

Las entidades de crédito y de pago, las oficinas de cambio de moneda, las entidades de dinero electrónico y otros proveedores de crédito son más vulnerables a los riesgos, derivados de las deficiencias de los sistemas y los controles para luchar contra estos delitos, en las categorías de productos y servicios identificadas de alto riesgo.

Asimismo, la paulatina penetración de los criptoactivos en el sector financiero requiere un alto nivel de protección para los inversores y la integridad del mercado, e implantar medidas para evitar la manipulación del mercado y el uso para actividades delictivas.

Por este motivo, el informe, incluye el sector de los criptoactivos como nuevo sector de alto riesgo para tener en cuenta en las evaluaciones de riesgo y en la aplicación de medidas de diligencia y controles.

Las recomendaciones de la Comisión inciden en:

• mejorar los sistemas de seguimiento y detección de operaciones sospechosas aplicables a los productos más expuestos a estos riesgos;
• impartir formaciones específicas sobre los factores de riesgo existentes, con hincapié en las relaciones de negocio no presenciales y la identificación de las estructuras complejas o fantasmas con las que se pretende ocultar la titularidad real.

Riesgos asociados a las estructuras accionariales complejas

En este punto, el informe recalca el riesgo cada vez más presente relacionado con la ocultación de la titularidad real, sobre todo en organizaciones que actúan a través de trust, testaferros o estructuras accionariales complejas. El anonimato y la debilidad para identificar con claridad su titularidad real es un riesgo considerable para el sistema.

En los sectores no financieros, el informe reitera la importancia de:

• prestar especial atención a las relaciones de negocio no presenciales, y
• realizar inspecciones temáticas por los supervisores.

Recomendaciones dirigidas a los Estados miembros

Tras evaluar los riesgos teniendo presente el marco jurídico actualizado y las últimas propuestas normativas, la Comisión considera que los Estados miembros deben tomar medidas de mitigación, sobre todo en los siguientes aspectos:

1. Evaluaciones nacionales de riesgos: la Comisión ha recibido hasta ahora las evaluaciones de riesgos identificados de veinticinco Estados miembros.
   • Recuerda que las autoridades nacionales deben actualizar la evaluación.
2. Titularidad real: Mantiene la recomendación de aplicar plenamente las disposiciones de creación de registros de titularidad real para lograr mayor transparencia y facilitar la identificación a los sujetos obligados.
3. Recursos adecuados para los supervisores: Recomienda también que los Estados miembros se aseguren de que sus supervisores tienen medios suficientes para  cumplir la  normativa.
4. Número de inspecciones: Entiende necesario intensificar las inspecciones sobre las entidades financieras y no financieras, incluso sin previo aviso, y propone un enfoque de supervisión por temáticas concretas.
5. Ampliación de sujetos obligados: Reitera la importancia de prestar especial atención a las nuevas actividades e incluirlas en el ámbito subjetivo de la normativa en función de su riesgo (por ejemplo, las plataformas de intercambio de criptoactivos y los agentes inmobiliarios).
6. Nivel adecuado de diligencia debida en operaciones ocasionales: El informe solicita también no dejar de lado las medidas de diligencia debida relacionadas con las operaciones ocasionales.
7. Formación especial y continua para los sujetos obligados: Incide en la necesidad de formar recurrentemente en esta materia, con especial foco en los sectores de mayor riesgo.

Próximos pasos

El informe señala que las propuestas normativas para la Unión Europea en esta materia se están discutiendo entre el Parlamento Europeo y el Consejo, que espera que la tramitación sea rápida y que puedan publicarse pronto.

La Comisión asegura que seguirá supervisando la aplicación de las recomendaciones de la evaluación de riesgos y volverá a evaluarlos antes de 2024, incluyendo cómo afectan las medidas nacionales y de la Unión Europea a los niveles de riesgo.