Se publican los primeros informes sobre la taxonomía social y la ampliación de la taxonomía ambiental

El 12-7-2021, la plataforma de finanzas sostenibles de la Unión Europea¹ puso a consulta dos borradores de informes sobre la taxonomía social y sobre las posibles opciones para ampliar la taxonomía ambiental (que hasta ahora veníamos denominando genéricamente como «taxonomía»).

La finalidad de estos dos informes es asesorar a la Comisión Europea en la extensión del actual régimen de la taxonomía, y para esto la plataforma solicita la opinión de las partes interesadas.

A continuación se resumen los aspectos más importantes:

Informe sobre la taxonomía social

La plataforma reconoce la necesidad de inversiones sociales para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Para ello, y al igual que se ha hecho en la taxonomía ambiental, es necesario definir qué se entiende por «inversión social».

Diferencias respecto a la taxonomía ambiental

Hay notables diferencias entre la taxonomía social y la ambiental, que será necesario tener en cuenta. Entre ellas,  destacan las siguientes:

• los objetivos sociales podrían basarse en normas y estándares internacionales, más que en criterios científicos; o
• algunos aspectos sociales no pueden vincularse a actividades económicas sino a las propias empresas (por ejemplo, la transparencia fiscal o la lucha contra el fraude).

Por tanto, la plataforma propone una doble perspectiva:

1. el enfoque vertical, centrado en productos y servicios que cubran las necesidades humanas básicas; y
2. el enfoque horizontal, que tiene en cuenta la repercusión de las actividades económicas en las partes interesadas, sobre la base de una combinación de criterios asociados a la actividad económica en general y a la compañía en particular.

Metodología empleada

El punto de partida para definir la taxonomía social será la metodología empleada respecto a la parte ambiental. De esta forma:

• primero, se definirán los objetivos sociales;
• a continuación, cómo se contribuye sustancialmente a dichos objetivos;
• luego, los criterios para aplicar el principio de no causar un daño significativo al resto de objetivos; y
• por último, las salvaguardas medioambientales mínimas que se deberán aplicar.

Objetivos sociales

La plataforma recomienda los siguientes objetivos sociales «verticales»:

1. mejorar el acceso a productos y servicios básicos para las necesidades humanas, tales como agua, alimentos, vivienda, gestión de aguas residuales, atención sanitaria o educación; y
2. mejorar el acceso a la infraestructura económica básica; por ejemplo, transporte, telecomunicaciones e internet, electricidad limpia, gestión de residuos o inclusión financiera.

Por su parte, los objetivos «horizontales» son los siguientes:

1. garantizar un trabajo digno;
2. promover los intereses de los consumidores; y
3. hacer posible comunidades inclusivas y sostenibles.

Informe sobre opciones para ampliar la taxonomía ambiental

El borrador de este informe pretende definir las actividades que, a pesar de no ser «verdes», es decir, no contribuyen sustancialmente a ningún objetivo ambiental, tampoco son «marrones» y, por tanto, no causan un perjuicio significativo a la sostenibilidad.

La propuesta de la plataforma consiste en recoger diferentes niveles de cumplimiento de los criterios técnicos de selección (CTS) para determinar el grado de sostenibilidad de una actividad.

Con esta información podrían incluirse en la taxonomía actividades económicas que no generan un efecto negativo en ninguno de los seis objetivos ambientales.

De esta forma se fomenta la financiación de otras actividades que permiten la transición, tal y como determina el Pacto Verde Europeo.

Próximos pasos

El plazo para responder a la consulta está abierto hasta el 27-8-2021. A continuación, la plataforma valorará las opiniones recibidas y presentará a la Comisión su informe final en otoño de 2021.

La Comisión tendrá en cuenta los informes para desarrollar normas adicionales sobre la taxonomía en la UE.